Curioso el comportamiento humano que celebra que la tierra le dio la vuelta al sol y cómo pretexto establecemos nuevas metas y anhelos bajo la creencia que esta nueva «etapa» nos dará lo que el año pasada no nos dió. De manera mágica quienes no se han preocupado de cultivar su carrera o su persona se convertirán en el talento que el mundo está esperando.
Ciertamente es mera costumbre o la inercia de dejarse llevar por el momento, no es que literalmente el finalizar un cliclo de 365 días el planeta se llena de energías provenientes de dioses y astros y mágicamente tu vida se transformará… precisamente al ser esto un mito, muchos de nuestros «propósitos» y metas se quedan en el camino, porque establecemos que sólo porque el planeta tierra termino su vuelta (y sólo por eso) seremos, sin el menor esfuerzo, mejores personas, profesionales o creativos de lo que somos.
En esta ola natural de nostalgia por la despedida a nuestro querido 2022 dejamos atrás lo que hicimos mal y nos preparamos para no repetir errores pero…¿es realmente posible? sí, si realmente te esfuerzas y no si sólo estas a la espera de un milagro. El año pasado estuvo lleno de anécdotas de falta de creatividad y de voces «expertas» que recomendaban el buen camino aún cuando ni ellos lo conocen, lo que me hace pensar que este 2023 tendrá algunas más.
Me ha resultado preocupante la cantidad de «diseñadores» que se encuentran en etapa productiva, buscando trabajo en esta jungla creativa que antes solía ser competitiva, para bien o para mal, entre ellos sólo compiten por demostrar quien hace el menor esfuerzo, no solo para conseguir trabajo si no para conservarlo.

El año pasado viví una de las experiencias más frustrantes al conocer a una diseñadora o diseñador (dejémoslo en el anonimato) que estaba lleno o llena de frases como «No entiendo a que te refieres con eso», «con arreglo tipográfico ¿a que te refieres?», «No se que decirte porque para mi la creatividad es algo que debe aparecer de repente y hoy para mi no apareció». Lo curioso de este personaje salido de alguna mala película de Dennis Dugan es, que genuinamente no podía distinguir entre un diseño efectivo y uno que no lo es, y no sólo eso, no sabía nombrar un solo elemento de sintaxis visual, no sabía nada de tipografía, heurísticas, teoría de color, accesibilidad y ni que decir de jerarquía visual o criterio de composición… y la gran pregunta aquí es ¿cómo estos farsantes pueden ir por la vida dándose el crédito de profesionales en algún campo?
Y vaya cómo este caso muchos mas, e incluso más graves porque «chic@ Dugan» demostró no tener la capacidad para desempeñarse en un puesto, pero que hay de aquellos incapaces de hacer su trabajo, pero eso si muy capaces de culpar a otras personas por sus fallas y aún así bajo algún privilegio misterioso conservan no sólo su trabajo, si no una posición de poder aún cuando cada frase salida de su boca provoca el malestar y la burla al mismo tiempo de quienes lo escuchan, personajes que culpan al de enfrente para cubrir el hecho de que son completamente incompetentes pero ¿quién es el culpable? como dicen en mi pueblo «la culpa no la tiene en indio, si no el que lo hace compadre».

Pero ¿de qué va tanta queja? pues bueno para no desaprovechar este bonito momento de inicio de año donde cómo humanos nos sentimos motivados a cambiar, la invitación es a reflexionar sobre de que lado estamos, ¿qué tipo de profesional somos? y ¿cómo lidiamos con la adversidad de toparnos con estos personajes?
Ciertamente no tengo la verdad en mis manos y sólo tengo experiencias y opiniones, alguna vez un director creativo con quien disfruté mucho trabajar me dijo «las mentiras son como la mierda y solitas salen a flote» y no solo es verdad, si no además es una frase que me repito cuando requiero consuelo y es que al final del día y sobre todo en las disciplinas «creadoras» la verdad termina saliendo a la luz.
El que no hace se expone
Realmente cuando las personas son ineficientes, poco talentosas, poco inteligentes, incompetentes o inútiles, mas allá de afectar a otros, terminan afectándose a si mismos, lo que provoca que con el tiempo todos se den cuenta de quién son en realidad. La consecuencias de ello, solo el contexto y el escenario pueden determinarlas. Pero la realidad es que si te encuentras del otro lado y lejos de engancharte en los sentimientos negativos que te genera ver como otros hacen mal su trabajo, te concentras en hacer bien el tuyo, la vida fluye, las recompensas llegan y el karma (o en quien tú creas) se encarga del resto.
La creatividad no se genera de manera espontánea
Contrario a lo que «chic@ Dugan» argumentaba, la creatividad no es una musa flotante en el aire que va visitando diseñadores y artistas al azar, se requiere de constancia pero sobre todo de entender que la creatividad no es un don, es una habilidad que se aprende y se ejercita igual que cualquier otra, en su infinita ignorancia «chic@ Dugan» incluso no tenía idea de la existencia de bibliografía y estudios relacionados al tema y para que tu mi querido lector o lectora no te conviertas en la o el «chic@ Dugan 2023» y si tu propósito de año nuevo es leer más o ser un mejor creador, te enlisto 4 de los que considero los mejores libros para enriquecer tu camino:

1. Creative confidence: Unleashing the Creative Potential Within Us All
Sin duda un básico proveniente de dos autores innovadores y prolíficos en el tema: David y Tom Kelley. El libro establece como con frecuencia, las empresas y las personas asumen que la creatividad y la innovación son dominio de los «tipos creativos», y pese a ello los autores nos demuestran que todos y cada uno de nosotros somos creativos, identifican los principios y estrategias para aprovechar nuestro potencial creativo en nuestra vida laboral y personal, fomentando la innovación en cuanto a cómo abordamos y resolvemos los problemas.
2. How to Be a Creative Thinker
Es una guía práctica de la ciencia y la psicología de la creatividad y las condiciones necesarias para cultivarla. Creemos que la creatividad es para aquellos que tienen la suerte de nacer con ella, algo que se tiene o no se tiene, pero cómo mencioné anteriormente, la creatividad es más que un talento dado por Dios y es más que un don artístico. Es la capacidad de generar una nueva idea en cualquier área o entorno. Y lo más importante, puede ser aprendido por cualquier persona. En este libro, la diseñadora Roya Azadi nos instruye sobre técnicas para fomentar el pensamiento creativo y cómo desbloquear el potencial creativo.

3. Manual de creatividad
Mi primer libro de creatividad, lo leí por primera vez hace 20 años y cambió mi perspectiva, es un manual para principiantes donde de manera clara el autor Mauro Rodriguez explica el paso a paso del camino creativo, partiendo desde la definición de la misma hasta las raíces biopsicosociales de ella, el entender lo básico sin duda nos ayuda a ampliar el panorama de porque como humanos nacimos creativos y elimina el mito de que la creatividad es algo exclusivo de ciertas personas o disciplinas.
4. Roba como artista
Austin Kleon, un creativo por excelencia cuenta con algunos libros interesantes, pero sin duda el más relevante y conocido en el medio es Roba como artista, un libro que sin mentir se lee en no más de una hora, pero te acompañará para siempre como una indudable referencia o manual de como transformar e innovar sobre lo ya existente.
